Primer contacto


Terapia familiar en la etapa perinatal 2ª parte
Continua del artículo publicado en mi blog «Terapia familiar en la etapa perinatal»
DESARROLLO DE UNA INTERVENCIÓN CON UNA FAMILIA.
El primer contacto suele ser una llamada por alguien que tiene la referencia o por profesionales que derivan. También me pasa en ocasiones que alguna paciente que estaba en un proceso terapéutico conmigo se ha quedado embarazada y le he acompañado en todo el proceso. Así que hay ocasiones en que el contacto con la familia y con el bebé ocurre de forma temprana.
En las ocasiones en las que la demanda de una sesión con un bebé llega a través de una llamada de teléfono aprovecho para tomar contacto con ellos, preguntar por el motivo de consulta y pedirles que rellenen un cuestionario que les envío para tener algo de información antes de la sesión.
Este punto me ayuda mucho ya que ayuda a que durante la sesión haya parte de la información ya compartida y podamos centrar más la atención en lo que está pasando en el momento o en lo que el responder al cuestionario les provocó. Normalmente el cuestionario ya les lleva a revisar algunos aspectos que a veces no habían considerado y muchas no habían relacionado con lo que ahora pasa.
El cuestionario fue diseñado por Ray Castellino y su equipo y es utilizado en la clínica BEBA (Building and Enhancing Bonding and Attachment) en California.
En él se pregunta acerca de la intención que traen los padres para la consulta. Después se van preguntando las circunstancias y características individuales y relacionales de la preconcepción, concepción, embarazo, parto y tiempo hasta la consulta.
Es bastante completo e incluye preguntas acerca de fármacos utilizados, drogas presentes en algún momento, actitudes, emociones. Nos dará una visión general de la familia.
SESIÓN
Una vez que la familia llega a la sesión tendremos diferentes situaciones, según el momento en el que se encuentren: cuando la familia llega durante el periodo de la gestación, tendremos que poder prestar atención al bebé que está presente pero “oculto”. Podremos oscilar con los padres en conversaciones de adultos a otras en las que vamos haciendo presente al feto como ser presente y así ellos también lo van incorporando.
Este es un proceso gradual en la psique de los padres al cual podemos ir apoyando. En algún momento de la sesión también se puede pedir permiso para contactar con el bebé directamente. Yo suelo hacerlo en cada sesión, sobre todo desde la semana 20 en adelante. Me acerco a la madre y le pido permiso para poner la mano en la zona donde se encuentra el bebé. No hace falta que se levante la ropa, pero muchas lo hacen ya que están acostumbradas a la interacción médica. Una vez estoy preparada internamente para contactar con el feto, lo hago acercando la mano al ritmo adecuado para el bebé. Este ritmo, ya hemos hablado de él, para los adultos puede resultar “lento”. Le decimos al bebé lo que le diríamos si estuviera en brazos de su mamá. Le hablamos tranquilos, centrados, explicando lo que estamos haciendo en la sesión y la intención de apoyarle en su proceso. Podemos nombrar algunas emociones que corresponden a los padres, para diferenciarlas de él. Hablamos del deseo de bienestar hacia él. Cuando la sesión se da después del nacimiento recibo a la familia que viene con el bebé. Pueden ser los dos progenitores o, en ocasiones, viene solo la madre.
Nos adaptamos a las circunstancias de la vida familiar y de la demanda. Hay ocasiones en las que la preocupación está más agudizada en la madre y podemos trabajarlo sin que el otro progenitor acuda a la consulta. La disposición de la sala siempre tiene que favorecer que tanto la madre como el bebé se encuentren cómodos, que puedan sentarse en un sillón y alternar con el suelo, tener apoyo de cojines que ayuden a encontrar la relajación y la seguridad.
Dispondremos de juguetes adaptados a diferentes edades: pelotas blanditas, diferentes muñecos, alguna construcción básica, mantas, algún objeto con sonidos y colores. Procuramos que los materiales sean naturales y libres de tóxicos. Durante las sesiones con bebés solemos cambiar bastante de posición y lugar para ir adecuando a lo que el bebé va necesitando y siempre cuidando que el ambiente sea seguro y acogedor, pudiendo también regular la luz. El centro de la intervención es el bebé y el poder entender lo que les pasa a todos en la situación que ahora les desafía.
Siempre tendremos en cuenta que las necesidades básicas físicas estén cubiertas para todos los miembros de la familia, hambre, sed, sueño… por ello es frecuente que durante alguna sesión alguno de los padres que viene muy cansado pueda quedarse dormido en algún momento. Esta situación, que puede ser impensable en una sesión con adultos o con niños más mayores, es más frecuente porque nos estamos sintonizando con el ritmo y las necesidades del bebé.
Hay ocasiones en que los padres vienen con la demanda de regulación del ritmo del sueño del hijo y eso siempre va a suponer que ellos estén cansados. Esta situación está suponiendo un desafío para ellos. Crear en la consulta la situación en la que todos son capaces de relajarse, de regular su sistema nervioso y el del bebé para conseguir entrar en estado de sueño es una buena experiencia y aprendizaje. Estaremos creando las condiciones para que esto pueda pasar cuando vuelvan a casa.
Trabajando este aspecto nos encontramos con muchos descubrimientos en los padres. Ellos pueden descubrir habilidades para cubrir estos aspectos en su hijo cuando en ocasiones ellos no lo recibieron. Supone un gran crecimiento para todos.
Una vez definida la intención, iremos dejando que la sesión fl uya con intervenciones verbales y somáticas. Ya que el mundo del bebé es no verbal, a los padres también les iremos apoyando en su contacto entre ellos y con el bebé. Estaremos todo el rato atentos a lo que dicen desde lo verbal y lo que expresan desde su cuerpo con movimientos, sensaciones. Para ello, nos apoyaremos en herramientas de conexión somática y reconocimiento de patrones en su cuerpo.
En esta parte de la sesión podemos encontrar patrones somáticos relacionados con el nacimiento o con sensaciones grabadas muy tempranamente, tanto en el bebé como en los padres y buscaremos apoyar a su expresión primero y a su resolución después a través de técnicas activas.
La última parte de la sesión la destinaremos a la integración verbal de lo acontecido en la parte más somática o de juego. Según se halla desarrollado la se sión. Si la parte activa ha sido más centrada en el niño y en lo que él ha ido expresando en esta parte serán los padres los que podrán integrar lo que ellos han podido sentir y descubrir. Cuando el bebé tiene necesidad de expresar algo doloroso puede ser que haya momentos de la sesión con tiempo de llanto.
Esta situación puede ser muy desafiante tanto para los padres como para el terapeuta y, por supuesto, para el bebé. Ser sostenidos y apoyados en esta situación suele darles mucha confianza para poder regular su sistema nervioso de manera más fluida.
Si la sesión se ha cerrado sin mucha posibilidad de integrar lo ocurrido les daremos a los padres la opción de hacer una llamada telefónica para poder dar sentido a lo ocurrido. Esto suele ser más frecuente en las sesiones en las que los niños han ocupado casi todo el tiempo en juego.
Conclusión
La intervención con familias en la etapa perinatal nos va a permitir apoyar a que los vínculos de conexión se desarrollen de manera sana y segura. Es una etapa de gran plasticidad neuronal y de gran receptividad relacional, por ello el trabajo se puede hacer rápido y con resultados muy estables a largo plazo. Hay muchos detalles que se tienen que adaptar para que todos se puedan sentir seguros en esta situación.
Lo principal será poder integrar al bebé en la mirada y la intervención de lo que está ocurriendo. Prestar especial atención a todo lo que sucede en la expresión somática nos ayudará con una intervención más centrada en el cuerpo y lo energético para poder integrarlo en lo cognitivo y verbal.
Si los terapeutas de familia nos familiarizamos con las peculiaridades de las intervenciones con los bebés, los padres podrán vivir de manera más natural la intervención cuando surgen dificultades con los niños.

© Fabiola Cortés-Funes Urquijo
Psicóloga, psicoterapeuta de familia y doula.
Creadora de 908 gramos
Supervissora docente por la FEATF y psicoterapeuta de grupos por la FEAT
Master en lactancia meterna
Terapeuta perinatal sistémica
Entrevista publicada en la revista MOSAICO, Vol.79 P.33-42
Medio de difusión de actividades científicas y de promoción de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar (FEATF)
Bibliografía
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Chitty, J. (2016). Working with babies. Colorado, Estados Unidos: Polarity Press.
Pitillas, C. (2021). El daЦo que se hereda. Bilbao, EspaЦa. DesclОe de Brouwer.