Esta vez he podido compartir una tarde hablando sobre “Crisis de pareja por infertilidad y tratamientos de reproducción asistida”
La profesionales que acudieron al encuentro fueron muy participativas y pudimos recorrer los diferentes lugares por los que se atraviesa en estos casos: sorpresa, dudas, miedo, aislamiento, incomunicación, búsqueda, desesperanza, culpa… y cuando todas estas emociones se viven en pareja lleva a que la relación sienta este momento de gran tensión.
Tensión en el planteamiento de futuro, en la búsqueda de soluciones, en las opciones válidas para cada uno, en la valoración de los recursos existentes….
Sorpresa, dudas, miedo, aislamiento, incomunicación, búsqueda, desesperanza, culpa…

El planteamiento y deseo de tener un hijo
Es algo que en muchas situaciones se ha visto como consecuencia normal a la evolución humana y muchas veces como inevitable.
En la sociedad que vivimos este inevitable se esta convirtiendo en improbable o imprevisible. En el tema de la reproducción humana estamos en un momento en el que creemos que podemos controlarlo todo y nos pasamos más de la mitad de la vida fértil intentando evitarlo a toda cosa un embarazo y la otra mitad pagando mucho dinero para conseguirlo. ¿Igual a veces anhelamos ese tiempo en el que los hijos se presentaban como algo “INEVITABLE”?.
Hace poco oí a alguien que decía que actualmente los hijos son un bien escaso y por eso tienen que ser “perfectos”.
No admitimos que se desvíen del ideal durante tanto tiempo planeado y soñado. durante tanto tiempo planeado y soñado.
En este terreno nos encontramos hoy en día con una variedad enorme de tratamientos muy sofisticados que pueden llevar a la pareja a convertirse en padres: estimulación ovárica, fecundación in vitro, criopreservación, donación de gametos, inseminación artificial, transferencia de embriones, etc.
Estas técnicas son cada vez más complejas, cubren más deficiencias y hacen más selección.
El objetivo siempre es alcanzar el éxito en el mayor número de casos.
¿Qué se va dejando por el camino de la tecnificación y del éxito de las técnicas?
Pues por el camino vamos dejando mujeres agredidas en sus cuerpos, en sus ciclos, en su conciencia y en su alma. Parejas que pierden de vista el objetivo de su viaje. Familias que se embarcan en aventuras que creen que son puramente mercantilistas y como tal actúan. Compran, venden y si no les gusta devuelven… (esto no solo pasa en la adopción). Sin tener en cuenta el alma de los niños que han venido a este plano para quedarse atravesando deseos, miedos, estimulaciones ováricas, extracciones, fecundaciones in vitro, selección, transferencias, pruebas de la Beta, implantaciones, ecografias, amniocentesis, intervenciones en el parto, etc, etc.
Todo esto esta en la historia de estos pequeños (algunos ya tienen 20 años) y las memorias de estos procesos les acompañarán. No quiero decir que esto sea negativo, ni que haya que evitarlo; lo que apoyo fuertemente es que todo el proceso sea acompañado amorosamente para añadir mucha conciencia a todo lo que esta pasando.
Ayudar a los profesionales a ser conscientes de los procesos milagrosos en los que se encuentran involucrados y que desde ahí trabajen con el máximo respeto. Acompañar a estos niños y sus familias a integrar estas experiencias, que muchas veces son violentas, y así poder minimizar sus efectos en la vida posterior.
Y agradecer a las parejas que atraviesan estos lugares que sigan el dictado de su deseo de que el amor se transforme y se haga carne en un nuevo ser humano al que van a cuidar, proteger, alimentar, enseñar y dar libertad para que encuentre su camino.
Mucha fuerza para todas las mujeres, parejas y familias que desde el amor están atravesando este duro proceso, muchas veces en la soledad y en la sombra.
Si quieres apoyo, escucha y recursos emocionales no dudes en ponerte en contacto con un profesional de la psicología.